
La eficacia del Santo Rosario
No existe problema, por difícil que sea, de naturaleza material o especialmente espiritual, en la vida privada de cada uno de nosotros o en la de nuestras familias, en las comunidades religiosas, o incluso en la vida de los pueblos y de las naciones, que no pueda resolverse con el rezo del Santo Rosario.
Con el Santo Rosario, nos salvaremos a nosotros mismos, nos santificamos, consolaremos a Nuestro Señor y obtendremos la salvación de muchas almas.
Sor Lucía, vidente de Fátima
